Desde una ventana
colocados y atractivos
fue la casa de las tejas del antaño
de aquellos suculentos dulces
de mi recordada abuela:
¡Qué ricura!
¡Qué ricura!
Época inolvidable
la tradición fue en el antes
la pureza y la calidad
y que hoy se fabrican escasamente.
¿Por qué?
Porque ya no hay manos que la amasen.
La flojera, la escasees y el modernismo,
ya no es lo mismo que ayer
el azúcar y los dulces polvorientos:
¡Ahí mi vieja!
¡Ahí mi vieja!
¿Dónde están los dulces
que tanto quería de mi abuela?
Que tristemente hace tiempo
la tradición dijo adiós
y yo compungido lamentando:
"Quedé recordando lo que fueron
los dulces que tanto quise de un pasado
de nostalgia de una bella dulce abuela"
Sinceramente,
Hugo Alfredo Valecillos La Riva
Un poeta Venezolano.
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