Atrocidad.
El odio
alimenta nuestros corazones
intranquilidad egoísta
queremos ver, queremos sentir,
increíblemente al hermano caído.
Los bellos sentimientos
se alejaron y ahora vivimos
para producir maldad
desde nuestros adentros
y hasta de llegar
a desear la muerte.
Formamos parte
de una época
tenebrosa y malsana
donde somos
los protagonistas
de la miseria humana:
“Que separan
aquella hermosa crianza
por un rencor gratuito
que quema las entrañas
de cada ser humano”
La veo de cerca
aterrado escribo
que pudiere venir otra guerra
y las letras silenciosas
al lado aún de la tierra viva:
“Unidas entre rezos y plegarias
por favor mi Dios
despertemos, despertemos,
rogando y expresando
que todavía habrá tiempo
de intentar vivir en paz
en una justa y verdadera armonía
necesidad inmediata
del mundo
en que realmente convivimos”
Sinceramente,
Hugo Alfredo Valecillos La Riva
Un poeta de habla hispana.